Ciganda afrontaba el segundo golpe del par 4 del hoyo 15. Un lago protegía el green por el lado izquierdo y por detrás, mientras que el viento soplaba de izquierda a derecha. La navarra estaba en mitad de la calle y tenía un golpe de ventaja sobre Inbee Park, que llevaba toda la última jornada del North Texas LPGA Shootout produciéndose oportunidades de birdie. No estaba confiada. Eligió un hierro siete e impactó su bola, que salió a la derecha de bandera, botó fuerte y terminó en el agua. Quedaban tres hoyos para finalizar el torneo y las tornas habían cambiado; la número uno del mundo tomaba el control de la situación y se quedaba en lo más alto de la tabla con un golpe de renta.
Fue el momento en el que a Carlota se le escurrió la victoria entre los dedos. “Hasta el 13 pensé que no tendría una oportunidad porque ella estaba jugando muy sólida”, declaró Park tras confirmar su triunfo. “Solo intentaba ser paciente en el campo, y finalmente conseguí un par de birdies”. Parecía imposible remontar una desventaja así, con tan pocas pruebas por delante, pero en la televisión americana le preguntaron a Azahara Muñoz, que estaba siguiendo el partido tras finalizar vigésimo octava, cómo veía a su compatriota en el tramo final y contestó: “Va a ganar”, mientras caminaba junto a Belén Mozo. Poco después, en el 16, Carlota tiró un putt de birdie de siete metros que tocaría el borde del hoyo y se escaparía haciendo una corbata. El desenlace no estaba nada claro. En el par 5 del 18, pegando un hierro cuatro entre los árboles, alcanzó el green en dos impactos y consiguió sacar el birdie. Park, sin embargo, no perdonaría.
“El objetivo era coger la calle y luego la mitad del green, pero hoy no estaba cómoda con mi segundo tiro”, comentó Ciganda sobre el hoyo 15. “Un mal golpe y ya está. No sabía donde estaba la bola porque la vi botar en el green, por lo que pensé que estaría larga. Pero cuando me acerqué pude ver que el viento soplaba fuerte y me había ido al agua. Intenté recuperar pero fallé el putt, por lo que terminé con un seis”. Entregó una tarjeta de 70 golpes que le valió para finalizar en segunda posición en solitario, a un golpe de Park, que alcanzó los 67 (menos cuatro). “Siempre es genial ganar, pero creo que cuando terminas segunda o peor puedes aprender de ello”, añadió Ciganda. “Creo que es una gran experiencia y estoy contenta con mi semana”.
Poco tiene que reprocharse tras mantener el liderato con tanta contundencia. Durante los últimos nueve hoyos, el torneo se convirtió en un desempate con la número uno del mundo que, finalmente, perdió. Es el tercer triunfo de Park esta temporada –incluyendo el primer grande del año, el Kraft Nabisco Championship– y le sirve para afianzar más su posición en lo más alto del Ranking y en su carrera para ser nombrada jugadora del año. Todo lo que toca últimamente se convierte en triunfos y premios, pero hubo un tiempo en el que a la surcoreana le costaba horrores conseguir una victoria. Había ganado el U.S. Open con apenas veinte años y no sabía muy bien qué le sucedía. Tuvo que acumular más de treinta top 10 para ganar el Evian Masters en 2012.
Es el mejor resultado hasta la fecha de Carlota en el LPGA Tour. A veces se gana y otras se aprende, como suelen decir. Pegó un mal golpe en el 15, no supo salvar el bogey y Park agarró el liderato con la rapidez con que pica una serpiente. Una vuelta de golf, como la vida, está compuesta de pequeños detalles o decisiones que alteran el resultado final y a la navarra todavía le quedan cosas que aprender. Pero en los últimos nueve hoyos, con la victoria debatiéndose entre la número uno y una chica con menos de diez pruebas disputadas en el circuito, no estaba muy claro quién era la aspirante. Su potencial es tan grande que asusta.
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