Este sitio emplea cookies de Google para analizar el tráfico. Google recibe información sobre tu uso de este sitio web. Si utilizas este sitio web, se sobreentiende que aceptas el uso de cookies.

Blog

Una forma de arte absolutamente individual

José Ramón Rodríguez | 18 de enero de 2016

Orville Moody, ganador del Senior US Open de 1989

“No se habla de otra cosa”, dicen que solía escribir Luis María Anson en el ABC auténtico. Las victorias de Tiger en Doral y Bay Hill, y con ella la reapertura del debate de su eterno retorno, solo han supuesto una pausa en la polémica que supusieron las declaraciones de Tim Finchem rechazando las nuevas normas sobre el putter para 2016. A pesar de su reciente, y creciente, popularidad, ni el concepto de usar el cuerpo como anclaje ni el putt largo en sí son ideas nuevas.

El primer jugador que usa el cuerpo para dar estabilidad al putt es Leo Diegel. En 1924 desarrolla un stance de putt muy encorvado y sacando mucho los codos, de forma que puede apoyar el extremo de un putter de longitud normal en el abdomen. Esa llamativa postura pasó a conocerse como Diegeling por parte de sus adversarios. Fuera por el Diegeling o no, Leo Diegel mejoró espectacularmente sus resultados, pasando de 4 a 26 victorias, incluyendo dos PGA Championship y otros 10 top ten entre US Open, Open Championship y PGA Championship. El estilo de Diegel pasó al olvido tan pronto su inventor dejó la competición y hasta la década de los 60 no volvió a retomarse el tema.

Leo Diegel y su “Diegeling”

Leo Diegel y su “Diegeling”

En 1961 Richard T. Parmley presentó una solicitud ante la oficina de patentes de Estados Unidos para registrar un putter que usaba el tronco del jugador como pivote. En su escrito de solicitud, Parmley presenta su invento diciendo que supone una nueva forma de patear justificada por la dificultad y la gran habilidad que exige el juego en el green. Con su invento pretende hacer más fácil el golpe de putt, sin eliminar completamente la habilidad necesaria y sin alejarse demasiado del diseño de los palos tradicionalmente usado a tal efecto. Para ello propone añadir una extensión de 12 a 15 pulgadas al extremo de la varilla, para que pueda apoyarse en el tronco del jugador, manteniendo el grip en su posición ortodoxa. En la misma solicitud de patente, plantea una variación del diseño en la que la extensión de la varilla está angulada con respecto al eje del putter para facilitar el grip. La patente se le concedió en 1965, pero no atrajo ningún interés a pesar de que un año después Phil Rodgers gana el Doral Open y el Buick Open usando con un putter ligeramente más largo apoyado en su estómago, al estilo de Leo Diegel.

Esquema de la patente de Parmley

Esquema de la patente de Parmley

El primer putter largo tal cual lo entendemos hoy lo construyó de forma casera el jugador del circuito sénior Charlie Owens a principio en 1983. Soldando dos varillas hasta alcanzar una longitud de 51 pulgadas, Owens no buscaba mejorar su técnica de putt, sino aliviar sus problemas de rodillas y espalda, consecuencia de un accidente que tuvo en 1952 cuando servía en el ejercito como paracaidista. Owens llamó a ese putt “Slim Jim”, mientras que el resto de jugadores lo llamaron “la chimenea”. Con “la chimenea” Charlie Owens consiguió sus dos únicas victorias en el circuito sénior, y con ellas algo más de 700.000 $. Un fabricante de California puso a la venta el Slim Jim, de nuevo con escaso éxito. Sin embargo esas victorias no pasaron desapercibidas para Johnny Miller, que usó un putter largo para ganar el AT&T en Pebble Beach de 1987, aunque sujetándolo contra el antebrazo en lugar de apoyarlo en el tronco.

Hasta ese momento el putter largo, fuera belly o fuera putter escoba, no pasaba de ser una curiosidad que no atraía el interés de las altas esferas del golf mundial. La primera declaración al respecto la hacen en agosto de 1989 de forma conjunta el R&A y la USGA, afirmando que los putters largos seguirían siendo legales. Los órganos rectores reaccionaron a la polvareda que levantó la victoria de Orville Moody en el US Senior Open de ese mismo año con un putter escoba. Con ese título se unía al selecto grupo de jugadores que habían ganado el US Open y el Senior US Open, formado por Arnold Palmer, Jack Nicklaus, Gary Player, o Lee Trevino, entre otros. A decir de Johnny Miller, Moody era el peor jugador con el putt en la historia del circuito, tanto que verlo daba ganas de llorar según Charlie Owens. El cambio al putt largo mejoró de forma espectacular sus estadísticas en el green y pasó a estar entre los mejores. En cualquier caso David Fay, a la sazón director ejecutivo de la USGA, zanjó el tema: “El putt es una forma de arte absolutamente individual. Prohibir el estilo individual de un jugador le quitaría aliciente al juego”

Charlie Owens en la actualidad

Charlie Owens en la actualidad

Los putters largos empezaron a abrirse camino en el PGA Tour y poco después se produce la primera victoria (la de Phil Rodgers no puede contabilizarse porque el circuito profesional aún dependía de la PGA y no se había fundado el PGA Tour tal cual se conoce hoy día). La consigue Rocco Mediate en Doral en 1991. En el año 2000 Paul Azinger consigue la segunda en el Sony Open, la primera victoria que lograba en los siete años que habían transcurrido desde que se le diagnosticó un linfoma.

En los años siguientes cada vez son más, y más importantes, los jugadores que empiezan a hacer uso del putter largo. Vijay Singh realiza su mejor temporada en 2004 alternando entre el putter largo y el convencional, Trevor Immelman gana en el European Tour a las dos semanas de cambiar al putter largo, Stewart Cink gana tres veces con un putter largo antes de volver al putter convencional para ganar el Open Championship en 2009, el mismo torneo que Sergio García perdió en Carnoustie con un belly putter.

En abril de 2011 la USGA volvió a opinar sobre el tema por medio de su presidente ejecutivo, Mike Davies: “No vemos que sea una gran moda. Tampoco es que todos los jugadores jóvenes los estén usando. Ni siquiera ha ganado nadie un Grande utilizando una de esas cosas ancladas. No vemos que sea verdaderamente perjudicial para el juego”. Sus palabras fueron proféticas: De los siguientes siete Grandes, tres se ganaron con putters largos anclados al tronco. Y entonces sí pasó a ser perjudicial para el juego.

Deja un comentario

Si estás registrado, la publicación de tus comentarios será instantánea. Asegúrate de escribir correctamente tanto tu nombre de usuario como la dirección de correo electrónico que incluiste durante el registro.
Si no estás registrado, tus comentarios quedarán pendientes de moderación. Regístrate aquí.

Comentario: