Puede que lo más fascinante de la carrera de Miguel Ángel Jiménez sean sus doce victorias en el Circuito Europeo una vez cumplidos los cuarenta años, o aquel triunfo en Hong Kong a los cuarenta y ocho, cuando el resto de sus contemporáneos pensaban en el Senior Tour. Es posible que, incluso, lo más asombroso de su trayectoria sea este nuevo renacer en la élite tras romperse la tibia el pasado invierno, pero sin duda alguna, lo que verdaderamente acelera la respiración al verle jugar son sus insaciables ganas de competir.
La suya ha sido una batalla con el tiempo, larga y paciente, en la que un hombre que pierde facultades físicas es capaz de mejorar su rendimiento en un deporte cada vez más joven y robusto. No tiene sentido. Una vez más, Jiménez se encontraba en el frente dispuesto a rendir cuentas con sus años, con sus rivales y, por qué no, con la historia. Ha sido en el KLM Open, en una semana de frío, lluvia y viento. Allí había jugadores más jóvenes, preparados y con swings más eficientes que el suyo, seguidores de esa ciencia del movimiento ideal que impregna ahora al golf. Era fácil cometer errores en el Kennemer Golf & Country Club, tan sencillo como pegar un mal golpe. En tres jornadas, Miguel solo había firmado tres bogeys.
No es sencillo explicar cómo es capaz de competir a pesar del desgaste inevitable en alguien de su edad; es un peaje que parece salirle más caro al resto de profesionales. Pero al igual que Tom Watson en Turnberry, cuando estuvo a punto de romper los patrones que rigen el sentido común en el Open, Jiménez ha encontrado una consistencia atroz y también es capaz de ser brillante en los greenes durante algunas semanas. “La bola no sabe cuántos años tienes”, dijo en 2009 Paul Lawrie. Partía a uno del liderato, ocupado por el gran favorito de las gradas, Joost Luiten. Cuenta con un swing poderoso, metros de más y promediaba casi seis birdies en cada una de sus vueltas en Zandvoort. Todos, sin embargo, sabían que Miguel plantearía muy cara su derrota.
Habían transcurrido solo seis hoyos cuando el malagueño ya llevaba cuatro birdies. Es uno de los fundamentos a la hora de atacar en una última jornada: comenzar rápido, poner nervioso al primero, dar la sensación de que no importan los días previos. Jiménez, como gran veterano en las trincheras, lo sabía perfectamente y se situó como líder del torneo con el desparpajo de un joven impetuoso. El holandés, por otra parte, también conocía este guión. Había ganado en Austria el pasado junio partiendo desde lo más alto el domingo y contó con otra oportunidad en Irlanda, el día que Paul Casey recordó cómo jugaba hacía unos años. Su respuesta, con un parcial dos en nueve hoyos, planteaba una batalla a largo plazo.
Así se plantaron los dos en el último tramo de Kennemer, igualados, mirándose, pendientes de lo que hacía el otro. Esa tensión, unida a un viento in crescendo, les impidió realizar más birdies, o al menos les coartó para que comenzaran a aparecer los errores. Lideraban un torneo empatados en menos doce en el que lo importante no era acertar, sino como dijo Hogan, “fallar mejor”. Luiten hizo dos bogeys, en el 13 y el 17, Jiménez también, en el 15 y en el penúltimo. Ambos salieron a playoff en el par 4 del 18, sabedores de que firmar allí un tres era prácticamente imposible; el viento soplaba demasiado en contra. “Fallar mejor”. Joost alcanzó de dos el green y Miguel, tras fallar la salida por la derecha, cometió tres putts desde el collarín. El favorito local le dio una alegría a un público no muy acostumbrado a ver ganar a un compatriota. El veterano se quitó la gorra y, delante de una cámara, dijo: “Joost jugó muy bien y solo podía haber un ganador. Fue un día duro, nada fácil para nadie. Estoy feliz por haber tenido de nuevo una oportunidad”.
Pablo Larrazábal firmó 66 golpes y ascendió hasta la novena posición. Eduardo de la Riva fue decimosexto con menos cuatro y Álvaro Quirós vigésimo segundo con menos tres. Rafael Cabrera-Bello y José María Olazábal terminaron cuadragésimo sextos, Jorge Campillo quincuagésimo octavo y Alejandro Cañizares sexagésimo séptimo.
Alejandro Cañizares Álvaro Quirós Damien McGrane David Howell Eduardo de la Riva European Tour Fabrizio Zanotti Gary Orr Ignacio Garrido José Manuel Lara José María Olazábal Kennemer Golf & Country Club KLM Open Miguel Ángel Jiménez Pablo Larrazábal Race to Dubai Race to Dubai 2013 Rafa Cabrera-Bello Robert Allenby Simon Dyson
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