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Zona Pro

Una victoria de más de 600.000 kilómetros

Carlos Palomo | 18 de marzo de 2013

Ningún jugador había conseguido bajar de 65 golpes en el Tampa Bay Championship en los tres primeros días del torneo. Con un total de 20 profesionales en un margen de cuatro golpes, contábamos con que la jornada final sería abierta, con muchos aspirantes, pero de repente, un jugador que había salido 3 horas antes del comienzo del partido estelar, Boo Weekley, firmó el mejor resultado de la semana con un 63 (-8) con el que se rompían los esquemas. Según avanzaba el domingo, el polémico americano se sabía con posibilidades de victoria, pero no contaba con que a Kevin Streelman le había llegado la hora de la victoria después de un largo viaje.

Partiendo desde la 35º posición, con un resultado total de par, Weekley comenzó la jornada final en Innisbrook fallando un putt de birdie de poco más de un metro que no hizo sino despertar a la bestia. Una bestia que lleva agazapada desde 2008, año en el que Weekley ganó su último torneo y fue un miembro activo, en todos los sentidos, del victorioso equipo americano de la Ryder Cup de Valhalla. Así, jugó en -3 los nueve primeros para conseguir otro parcial de -5 en los 9 de vuelta, firmando birdies consecutivos de metro y medio en los hoyos 14, 15 y 16.

Pat Perez definió la vuelta de Weekley como «una de las mejores que habrá en todo el año». Los números indican que el americano jugó 8.6 golpes mejor que la media, algo que le permitió albergar esperanzas durante buena parte del día hasta que vio cómo Streelman hacía un maravilloso birdie en el 17 que superaba por dos golpes su -8 con solo el 18 por jugar. Si aún así alguien soñaba con un playoff como desenlace del torneo, Streelman se encargó de despejar cualquier duda con un drive sólido en el último hoyo.

De este modo, Streelman cerraba un bonito y duro viaje hasta el círculo de ganadores en el PGA Tour. Un largo camino que empezó hace más de 10 años en el que destrozó tres coches haciéndoles más de 600.000 kilómetros en total jugando los Mini Tours estadounidenses, creyendo en sí mismo, trabajando duro para conseguir su sueño y no solo en la cancha de prácticas. Para costearse estos viajes, el americano solía trabajar entre semana limpiando palos en clubes de golf y hacía de caddie los domingos. Una vida 100% dedicada al golf recompensada con su primera victoria en su 153º torneo en el PGA Tour.

Partiendo como uno de los colíderes a falta de 18 hoyos, Streelman comenzó haciendo birdies en el 1 y 3 de Innisbrook y entonces, su -8, igualado con el resultado logrado por Weekley se estancó. Continuó su avance a base de pares. Con paciencia. Hasta que en dos de los pares 3 de los 9 segundos dio el estoque definitivo. En el 13, con un tiro a dos metros de bandera y en el 17 con un putt de 7 metros.

Una hora antes de que Streelman finalizara su vuelta, Sergio García concluyó su participación en este Tampa Bay Championship con una vuelta de 69 golpes (-2) de ventaja para -5 total, resultado que le permite acabar en la séptima posición. Esta semana seguirá su aventura americana en Bay Hill, donde disputará el Arnold Palmer Invitational al igual que Gonzalo Fernández-Castaño.

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