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Unos zapatos incómodos

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Enrique Soto | 19 de mayo de 2013

El camino que ha seguido Peter Uihlein hasta el profesionalismo no ha sido el mismo que el de sus compañeros en el Circuito Europeo. Este estadounidense de 23 años es el hijo del director ejecutivo de Acushnet (Titleist) y su historial como amateur alcanzó las cotas más altas: miembro del equipo ganador de la Walker Cup en 2009 (con un récord de 4-0 en sus enfrentamientos), ganador del U.S. Amateur en 2010 y el consiguiente número uno del mundo. Todo parecía dispuesto para que el joven Peter sacara la tarjeta del PGA Tour y comenzara a acumular dólares como lo hizo Tiger en su primera temporada, sin embargo, la vía que escogió este chico fue diametralmente opuesta.

Alejado de los focos que suelen centrarse en las promesas estadounidenses, Uihlein siguió los consejos de su padre y se marchó a disputar el Challenge Tour. Pasó todo el 2012 viajando a países tan opuestos como Finlandia o la India, de Dubai hasta Rusia, acumulando kilómetros en las piernas y en la cabeza. Tenía todos los recursos necesarios para probarse en un mundo desconocido pero, por otra parte, no parecía nada sencillo moverse dentro de sus zapatos. Lo hemos visto en incontables ocasiones y lo recordamos durante el Open de España: grandes promesas que se tuercen por un peso agobiante de las expectativas. Puede que por eso él decidiera abandonarlo todo y, como suele decirse, lanzarse a la carretera.

Durante el 2013 ha vivido de invitaciones y, a diferencia de 2012, se ha reencontrado con su mejor versión. Su buena racha comenzó en Kenia, donde finalizó decimoctavo. Su primer gran intento en las grandes ligas fue una cuarta posición en Sudáfrica. En el Saler, en el mes de abril, dio buenas muestras de lo que podría llegar con otro top 10. Ese círculo que abrió desde que hiciera las maletas se ha cerrado esta tarde en Madeira. “Un año atrás ni siquiera estaba pensando en jugar, estaba pasándolo muy mal”, declaró al finalizar. “Es un juego divertido, pero he aprendido mucho”.

Empatado en segunda posición al inicio de la última jornada, Uilhein abrió con un bogey su vuelta. Llegaba de firmar un parcial de menos diez en tan solo doce hoyos el viernes, por lo que sabía de todo lo que podía conseguir en los diecisiete restantes. El resultado fueron siete birdies y un par de bogeys más, en una vuelta de 68 impactos y un acumulado de menos quince. El danés Morten Madsen tuvo una opción de forzar un playoff, pero cometió un doble bogey en el 18 que le relegó a la segunda plaza con menos trece. Mark Tullo, que había cometido cuatro bogeys en tres días, firmó otros cuatro hoy para ocupar la misma posición, a pesar de realizar un hoyo en uno en el 4. Ganar un torneo es una tarea titánica, por si lo habíamos olvidado.

“Cuando lo estás pasando mal en el campo odias el golf, pero es casi lo mejor que puede sucederte”, recordó Uihlein. “Lo ha sido para mí y estoy contento por cómo se han resuelto las cosas. Creces muy rápido aquí y es la principal razón por la que vine. Ha sido un gran proceso y espero poder seguirlo”. No era el camino que nadie había previsto y su posición, a pesar de todos los recursos con los que contaba en casa, tampoco la más propicia para lanzarse al escenario. Pero lo escribió un día Kavafis: “Cuando emprendas el regreso a Ítaca, ruega que el camino sea largo, cuanto más largo mejor, lleno de peripecias, lleno de experiencias…” El chico apostó por el largo plazo y el tiempo de la cosecha ha llegado, quizá, más pronto de lo esperado. Un signo de, ahora sí, un futuro brillante.

Raúl Quirós fue el mejor español en Portugal, finalizando en trigésima posición (menos dos). Carlos del Moral fue sexagésimo cuarto con mas seis y Álvaro Velasco sexagésimo octavo con mas doce.

Resultados completos