Cada gran cita tiene algo especial y este US Open no es una más por muchas razones. Para empezar, por primera vez en la historia el US Open masculino y femenino se disputan en el mismo campo, en la misma temporada y con tan solo una semana de diferencia. Los rectores de la USGA han sido conscientes de lo singular de esta edición y por eso diseñaron un logo único que integra los trofeos de ambos circuitos.
En la misma línea que la USGA, y como suele ser habitual en los majors, muchas de las grandes marcas de material han lanzado ediciones limitadas de sus bolsas (y de otros artículos) aprovechando el gran escaparate que supone el US Open 2014.
Como es lógico en el Abierto de los Estados Unidos, los colores patrios son la tónica general y las barras y estrellas son las protagonistas indiscutibles de las bolsas que los jugadores utilizarán esta semana en Pinehurst #2. Véase el ejemplo de la bolsa de los jugadores de Callaway Golf, con el blanco, azul y rojo como actores principales y dos costados diferentes, uno con barras y otro con estrellas.
Bridgestone Golf también ha optado por seguir la moda patriótica y presenta un diseño bastante similar al de Callaway, que más bien parece la equipación del equipo estadounidense de la Ryder Cup.
Por el contrario, TaylorMade ha optado por prescindir de una imagen unificada y optar por un bonito detalle. Todos los jugadores de la marca han sustituido su nombre por el de su padre o hijo para conmemorar la coincidencia del final del US Open con el Día del Padre en Estados Unidos.
En el caso de Sergio García, el nombre de su padre se ve acompañado por los vistosos colores de la enseña nacional en una bolsa rojigualda y futbolera muy propia de estos días, coincidentes con el inicio del Mundial de Brasil. Sin duda, un buen homenaje del jugador de Borriol, amante del llamado «deporte rey», a la selección española.
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