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Zona Pro

Vuelta a la escena principal en el Bridgestone Invitational

Enrique Soto | 31 de julio de 2012

Adam Scott buscará redimirse de los cuatro últimos hoyos jugados en Royal Lytham

Tan solo unos días después de que Ernie Els se alzara como ganador del Open Championship, los mejores jugadores del mundo vuelven a cruzar espadas en el World Golf Championship Bridgestone Invitational, que se disputará en el Firestone Country Club. Ganar aquí es un objetivo ambicioso, pero el panorama venidero es aún más prometedor. La semana que viene se disputará el último major de la temporada y muchos jugarán esta semana con las miras puestas en el futuro. Se trata de un World Golf Championship, sí, pero también determinará sus posibilidades en The Ocean Course de Kiawah Island.

En un recorrido que no destaca precisamente por su longitud, Adam Scott defenderá el título que consiguiera la pasada temporada y que promedió durante los cuatro días de competición una media superior a los 70 impactos. Durante los próximos días el campo no se mostrará ni mucho menos vulnerable. El tiempo ha sido seco y caluroso en Akron (Ohio) y los greenes prometen estar duros y rápidos, muy al estilo de lo que sufrirán los golfistas la próxima semana. De este modo, atacar las banderas con unos segundos golpes precisos promete ser fundamental para conseguir birdies.

Si se habla de aspirantes, las casas de apuestas dan como favorito a Tiger Woods (5/1) por delante de Luke Donald (14/1), pero hay un jugador que esta semana debería salir con más ansias de victoria que ningún otro. Scott (16/1) viene de vivir el momento más duro de su carrera en Royal Lytham y solo puede mostrar dos caras: la del vencido o la del ganador. Firestone le pondrá una durísima prueba por delante que tendrá que afrontar con una entereza mucho mayor a sus últimos cuatro hoyos del Open Championship. No se trata de que gane este torneo, sino de volver a sentirse un gran jugador de golf que es capaz de batirse con cualquiera, sin importar el escenario. Si nada extraño ha pasado en la última semana y media, su swing debe seguir funcionando bien por lo que la gran prueba la pasará por dentro, entre golpe y golpe. Nadie pegó a la bola tan bien en el tercer major del año.

Por su parte, Tiger Woods llega con hambre de victoria al Bridgestone, como siempre que juega. A pesar de ser el jugador que más triunfos ha conseguido esta temporada, su confianza también se alimenta de cada gran actuación que desarrolla en sus campos insignia. Firestone, entre todos ellos, es el único que le ha visto ganar en siete ocasiones. Durante el Open, Woods se mostró competitivo pero se quedó lejos de la versión que se esperaba de él, ésta es, la que lanza ataques y clava sus tiros a bandera en los momentos decisivos. Su driver también tendrá que salir más veces de la bolsa que en en Inglaterra, por lo que esta semana se verá el verdadero estado de forma de un jugador que, a pesar de todo, es siempre el máximo aspirante al trono allá donde juegue. Si el domingo gana, dependiendo de lo que haga Luke Donald, volvería a ser el número 1 del ranking mundial.

Otros dos jugadores que buscan parte de redención a lo que aconteció en el Open son Luke Donald y Lee Westwood. El primero, a pesar de quedar en quinta posición, nunca tuvo opciones de victoria y eso, para el que debiera ser el mejor del mundo, es una pequeña derrota. Donald llega a Firestone con un arma más afilada que la del resto de aspirantes, su putter, y con la incógnita de si su habitual solidez de tee a green será un argumento suficientemente válido como otorgarle la victoria. Lee Westwood, sin embargo, no llega en su mejor momento. El inglés ha reconocido estar pasando por problemas en su swing, su baza más contundente y la que ha menudo le otorga las victorias. A diferencia de Donald, Lee necesita dejar la bola cerca de bandera constantemente y si eso no sucede, sufre. No sólo necesita renacer en Firestone o en el PGA Championship, necesita hacerlo por la Ryder Cup.

En el bando americano, un hombre está empezando a consolidarse como el gran jugador del momento en el circuito. No es Rickie Fowler, ni Dustin Johnson o Webb Simpson (que no participará por el reciente nacimiento de su hija). Se trata de Zach Johnson, que gracias a su milimétrica precisión con los hierros y a liderar las estadísticas de putt durante esta temporada se está mostrando en mejor estado de forma que nunca antes en su carrera. Firestone se adapta muy bien a lo que Zach está realizando esta temporada, y si su juego responde una semana más estará luchando por la victoria el domingo.

Tres jugadores estarán especialmente pendientes de obtener un gran resultado. Ian Poulter, Nicolas Colsaerts y Sergio García están luchando por un puesto en el equipo europeo de la Ryder Cup y aunque aún podrían ser elegidos por Jose María Olazábal, no pueden permitirse el lujo de relajarse. Rafael Cabrera-Bello, Gonzalo Fernández-Castaño y Álvaro Quirós lo tienen bastante más complicado para entrar, pero una gran actuación en un World Golf Championship y una lucha por la victoria en un grande nunca pasan desapercibidos. Las próximas dos pruebas a las que se enfrentan serán cruciales para determinar, dentro de unos años, si esta temporada fue un éxito absoluto o simplemente, una de sus mejores. Y hasta que no se llega a la meta se sigue estando a mitad de camino.

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