Hay un viejo refrán inglés que reza: “Let sleeping dogs lie”. Traducido literalmente, indica la conveniencia de no despertar a los perros que duermen, pero su sentido figurado salta a la vista: no hay que avivar el fuego. Ayer, antes de sus cruces de cuartos de final, Westwood no tuvo en cuenta esta máxima.
Después de la batería de comentarios que le dedicó al norirlandés después de que este decidiera separarse de Chubby Chandler, el que era representante de ambos, ayer Westwood volvió a hacer de menos a McIlroy en público de manera más o menos juguetona. McIlroy le dijo a Westwood que se verían hoy por la mañana, sugiriendo que ambos iban a ganar sus cruces de cuartos de final (profecía que se cumplió), a lo que Westwood repuso (a la prensa, no a McIlroy): “Este el problema de los chavales en la actualidad: se creen que siempre llevan razón”.
Sin duda, McIlroy habrá leído el comentario antes de su partido de semifinales, un comentario que ha añadido octanaje a la gasolina que le propulsa. Por si fuera poco la motivación de alcanzar el número 1 del mundo…
Y es que esta tarde se ha visto al mejor McIlroy, que empezaba dubitativo ante dos birdies de Westwood y un bogey del norirlandés, pero encadenó seis birdies desde el hoyo 6 al 13 para desarbolar al inglés parlanchín, que tuvo fuerzas para plantar cara en los hoyos 15 y 16 con magníficos tiros, pero que acabó claudicando por 3&1.
Y en la otra semifinal se ha cumplido el difícil pronóstico y Hunter Mahan se ha impuesto con otra andanada de birdies a su compatriota Mark Wilson, en un duelo en el que también se dilucidaba el título honorífico de mejor estadounidense en el torneo. Pese a todo, el 2&1 final deja patente la capacidad de resistencia de Wilson, una hormiguita que no parece destacar pero no falla.
En la final con claro sabor Ryder, Hunter Mahan, el mejor hasta la fecha en el torneo, y Rory McIlroy, con el número 1 como premio adicional para el norirlandés si gana y la oportunidad de convertirse en el ganador más joven de un torneo de los World Golf Championships (y, obviamente, del Accenture Match Play Championship).
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