Llevaba desde el Masters de este año sin sumar dos vueltas bajo par, y si nos remontamos un poco más hay que retroceder hasta el Honda Classic de marzo de 2014 para encontrar otras dos vueltas por debajo de 70 golpes. Si habláramos de cualquier otro jugador no sería noticia, pero el -5 de Tiger Woods en The Greenbrier Classic y su vigésimo sexta posición, a cuatro golpes de la cabeza, son el principal titular de la jornada en este torneo del PGA Tour.
Probablemente sea injusto para los esforzados líderes, el venezolano Jhonattan Vegas y el estadounidense Scott Langley, que encabezan la clasificación con -9 en el The Old White TPC, pero todas las miradas están centradas en el ciclotímico Tiger, de quien nada se esperaba después sus descalabros en el Memorial y el US Open. En White Sulphur Springs sigue bregando y llega al fin de semana más cerca que nunca de la cabeza, a cuatro golpes que no deberían significar nada para el Tiger de antaño. Pero la actual encarnación del exnúmero uno del mundo tiene más de funambulista borracho que de equilibrista impecable, y está más cerca del 75 que del 65.
Por su parte, Gonzalo Fernández-Castaño superaba el corte después de neutralizar con carácter sus errores del principio de la segunda mitad del recorrido. Su vuelta de par le ha hecho retroceder hasta la quincuagésima plaza, pero son solo seis golpes los que le separan del liderato. Una gran oportunidad, por tanto, de sumar dólares y escalar en una lista de ganancias que se está convirtiendo en el Tourmalet este año para el madrileño.
En cabeza, el venezonano Vegas finalizaba con un magnífico 65 sin bogeys después de cazar todos los greens del campo, y tiene a su lado a Langley, que sumó un buen 69 al estratosférico 62 del jueves.
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