Ni la pujanza de Henrik Stenson en los últimos meses de competición ni los triunfos de Phil Mickelson o Adam Scott en los iconos del golf mundial, el Open Championship y el Masters de Augusta, han servido para apartar a Tiger Woods de su decimoprimer premio al mejor jugador del año del PGA Tour, récord en la historia del circuito.
El número uno del mundo ha ganado cinco de los dieciséis torneos que ha disputado esta temporada, finalizó segundo en la clasificación final de la FedEx Cup y también obtuvo el premio al mejor jugador del año otorgado por la PGA of America y el Vardon Trophy a la mejor media de golpes. Al final, la falta de majors en su palmarés de 2013 (una carencia que se prolonga desde hace cinco años) no ha sido impedimento para que el estadounidense se haya hecho con este galardón.
Por otro lado, y como era de esperar, nadie le hizo sombra a Jordan Spieth en la lucha por el título de mejor novato del año. Spieth de 20 años, comenzó la temporada sin status en el PGA Tour e hizo historia en el John Deere Classic al convertirse en el jugador más joven que ganaba en el circuito desde 1931, al conseguirlo con 19 años, 11 meses y 18 días.
En 23 torneos, Spieth logró nueve top 10 y fue el jugador más joven en acceder al Tour Championship con poco más de 20 años.
«En nombre del PGA Tour, les doy la enhorabuena a Tiger y a Jordan por sus impresionantes actuaciones en 2013», declaraba Tim Finchem, comisionado del PGA Tour. «Tiger logró sus cinco victorias ante los planteles más potentes del golf, como en The Players y en los dos World Golf Championships, mientras que la temporada de novato de Jordan ha sido histórica por lo que ha logrado con solo 20 años. Los votos son un reflejo de lo que respetan sus iguales a ambos jugadores».
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