23 de Julio de 2012
Como sucede después de cada major, el Open Championship ha traído grandes movimientos al ranking mundial, que serán determinantes para el acceso a grandes torneos y, sobre todo, a la clasificación para la Ryder Cup. Al no haber ganado el torneo Rory McIlroy, Lee Westwood o Tiger Woods, el primer puesto sigue en posesión de Luke Donald, que ha finalizado en quinto lugar en Royal Lytham. Sin embargo, el estadounidense logra un notable ascenso tras una meritoria tercera plaza esta semana. Tiger es ahora segundo en el ranking (su mejor posición de las últimas 79 semanas), y su progresión esta temporada empieza a ser meteórica hacia el número uno, lugar que ocupó durante 264 semanas seguidas.
Leer el artículo completo.22 de Julio de 2012
Adam Scott había cometido cuatro bogeys en las tres primeras jornadas del Open Championship. En la última y definitiva, con la tensión cortando el ambiente con más fuerza que el viento en Royal Lytham, terminó su vuelta con cuatro consecutivos. Esto era golf, por si lo habíamos olvidado. De nada sirvió que estuviera pegando a la bola mejor que nadie durante esta semana, que sus drives rompieran todas y cada una de las calles de un links, o que sus golpes a green se convirtieran una y otra vez en oportunidades de birdie. De nada. Porque la forma de llegar al hoyo, como bien demostró Severiano Ballesteros, no entiende de resultados, Adam Scott perdió el Abierto Británico.
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A 18 hoyos del final del Open Championship 2012, recopilamos los datos más llamativos que se han dado en la tercera jornada del tercer major de la temporada.
Leer el artículo completo.22 de Julio de 2012
Durante años no hubo más directiva sobre el tamaño y el peso de una bola de golf que el criterio del fabricante o del jugador que las encargaba, en el caso de los más pudientes. La llegada de la bola de gutapercha, primero, y posteriormente la Haskell favoreció la uniformidad de las bolas porque ambas podían ser fabricadas en serie. Hasta 1920 no se emitió una regla que regulara el peso y el tamaño de la bola, en este caso 45,9 g y 41,1 mm (1,62 onzas y 1,62 pulgadas), pero a partir de ese momento los criterios de la USGA y del R&A divergieron. En los años 30, la USGA reguló que la bola debía tener un peso máximo de 45,9 g y un diámetro mínimo de 42,6 mm, en tanto que el R&A mantuvo el mismo peso y diámetro que en las reglas de 1920.
Leer el artículo completo.21 de Julio de 2012
Después de no haber hecho un solo bogey en cuarenta hoyos, Brandt Snedeker hizo seis en tan solo diez. Esto es el golf, llevado a su máxima esencia en el Open Championship. El americano perdió el liderato que tan sólidamente había mantenido durante las dos primeras jornadas después de firmar tres golpes sobre el par, y colocándose en un global de menos siete. En su lugar, un jugador elevó el listón de juego hasta un nivel que difícilmente nadie conseguirá igualar en este torneo. Ni todas las calles o greenes en regulación de Snedeker valen tanto como la forma en que pegó a la bola Adam Scott durante la tercera jornada. Drives mostruosos, tiros a bandera agresivos y la sensación de que el “golf aburrido” que el americano había practicado, alejándose de los errores, no es suficiente para ganar el major por excelencia.
Leer el artículo completo.21 de Julio de 2012
La búsqueda de la tan ansiada jarra de clarete ha generado un buen número de relatos heroicos y de hazañas golfísticas, pero junto a los pocos jugadores que alcanzan la gloria hay un buen número de aspirantes que se marchan con el corazón destrozado después de rozar el título.
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